sábado, 5 de diciembre de 2009

sobrescribiendo información*


Si anteriormente la lluvia era algo que detestaba, hace un tiempo cada vez que el cielo moja la superficie, trae el recuerdo más dulce. Si la soledad me era una visita continua, ahora que lo pienso y me doy cuenta de su ausencia, hace un tiempo que no toca mi puerta y es más, no creo que vuelva por acá.

Si antes creía que sola podía, hoy confieso mi necesidad de tenerte en todas mis horas. Si hoy tu compañía es lo que más deseo, es porque encontré mi lugar ahí. Queda afuera de mi cualquier mal juicio o sentencia creada antes de conocerte, sobre lo que es amor. Hoy aprecio realidad en mis cinco sentidos. Sobrescribo información desde que llegaste, porque todo lo transformás en puro, amable, sincero y perfecto.



lunes, 9 de noviembre de 2009

obra en construcción *

Gotas de lluvia caían en el vidrio delantero del auto. El me dejó en la puerta de la que aún es mi casa. Llegué a mi habitación, y aún persiste el silencio del entorno. Sin sol en el cielo y una cierta oscuridad que eso produce, me preparé un café espumoso, me descalcé, y encendí mi ordenador. Cierro los ojos y me lleno del silencio. La primera sensación que tengo es de un recuerdo cercano. Es él, está recostado en la cama mirando hacia algún lugar. En la otra punta estoy yo, encantada, tildada. ¿Cuánto se puede sentir por una persona? ¿Qué medida es válida para responder algo así, si todo pareciera quedar pequeño? ¿Cómo se explica? Al rato me mira y me pregunta si estoy bien, le intriga saber por qué permanecía mirándolo fijo.
En el cómo, se responde el cuánto.¿Cómo somos capaces de amar? ¿Qué estamos dispuestos a dar, a dejar, a cambiar, a vivir?
Construir siempre fue nuestro objetivo. Con pequeñas y grandes acciones, de actitudes sinceras, de gestos amables y cálidos. De sonrisas aún cuando es difícil crearlas.
Tal vez no me haga falta ejemplificar con alegorías o simbolismos el cuánto, sino que debería contarle que lo que siento no ha cambiado, sino que hace que cada uno de mis días sigan teniendo como objetivo completarlo, llenarlo, hacerlo sentir un espacio lleno de cosas buenas.
¿Cuánto es, entonces, un ser viviendo por la felicidad el otro?
Se podrá cuantificar la respuesta, en el punto exacto del camino donde se encontrará la construcción de un castillo inmenso.

miércoles, 14 de octubre de 2009

despedida y comienzo *

No creo exagerar al decir que un año se me va con la sensación de recién empezarlo, pero de repente me encuentro por abrir una puerta más que importante. La balanza indica que las cosas buenas pesan más, que lo malo resta peso si sabemos enfrentarlo y superarlo. De esa única manera encontramos un horizonte a donde mirar, a donde ir, a donde poner la fe. Un cielo diferente es el que hoy me envuelve. Ese mismo cielo dará comienzo a emprender un nuevo libro, con líneas que contarán sobre un camino de a dos.
Me voy despidiendo de mi soltería, que para ser más que sincera no la voy a extrañar. Quien me acompaña sabe cómo hacer de cada día, el mejor día.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

el sol y una charla *


De repente el brillo rebotó en mi ojo izquierdo. Levanté mi mirada y el sol se despedía de un día mas, un día como cualquier otro. Muchas veces el sol tiñe el cielo de naranjas y rojos, pero hoy quise capturar esa imagen. Tal vez porque era lindo para mi ver lo que sucedía en el cielo y presté atención a algo tan cotidiano pero que integra el conjunto de aquellas que hacen bien.

Cumple la ceremonia del atardecer, un sol de primavera que minutos antes de desaparecer en el horizonte, para mi asombro se pone a charlar conmigo. Me promete seguir trayéndome días buenos y me dice que aún me traerá mejores, con otros escenarios y con otros colores, tal vez con aroma a montaña, de mar o de tardes con brisas, pero me asegura que sólo serán para disfrutar junto a él. Agradecida yo y dejándole ver mi fe en sus palabras, la imponente estrella hizo un silencio y sonrió. Llenó mis ojos de su último brillo y me dijo que el celeste de sus ojos era tan hermoso, como pocos cielos alguna vez lograron. Lo sé, le respondi. Luego el cielo ya estaba dando inicio formal a la noche. Y mis pies volvieron a tocar el suelo.



miércoles, 23 de septiembre de 2009

nota mental / n3*

Acopla el sonido en la habitación. Rebota en objetos metálicos y vibran. Una guitarra puntea notas que me apuntan en la cabeza. La ambivalencia es un asesino en serie; si le dejás un poco de espacio, sin que te des cuenta lo toma todo. Comienza haciendo pocas preguntas simples y aptas para parecer que todo sigue normal, porque vamos, todos nos hacemos preguntas. Pero mas luego la intensidad de su maldad crece y las preguntas generan otras preguntas, por un resultado de que las respuestas brillan por su ausencia. Es como una cadena que no se le ve el fin. (¿En qué parte estaba?). Recuerdo un sol que brillaba en el agua de un río, lo recuerdo. Era el mismo sol que nos hacia sentir calor hasta transpirar pero producía sonrisas. En el mar es distinto. No quiero sonido de ciudad. Quiero el sonido del agua salada tirándose arriba de las rocas y no escuchar nada mas tal vez por minutos o por horas. Cuando lo ambivalente se apodera de tu estado de ánimo, puede ocurrir que sea transitorio. Rogá para que así sea. Si se instalase en todos los rincones... no, no conozco a nadie que haya podido erradicarlo. (Vuelvo ahora). Llevame al mar, o mejor no. Llevame donde luego el lugar te hable de mi. La guitarra casi deja de sonar y suena un último acople. Silencio.

domingo, 28 de junio de 2009

de mi *

Era una tarde de sábado similar a otras. Luego de una siesta, mis manos se pusieron a trabajar para intentar aliviar el dolor en su espalda. En un momento, su cabeza se puso entre mis piernas mirando hacia el techo. La pequeña luz que existía en el cuarto, tomó las formas de su rostro y en ese momento sentí un corazón que dobló la cantidad de latidos. ¿Podía ser posible tanta hermosura en una sóla persona?
Intenté reponerme de mi estado atónito, y seguir con mi misión de calmar su dolor corporal. Pero me fue casi imposible. Mis ojos no podían dejar de mirar el esplendor que irradiaban sus formas. Y mis manos, sólo querían recorrer su rostro, palpar sus formas, volver a conocerlas una y otra vez.
Él se dió cuenta que yo estaba como ida, a lo cual se lo admití, estaba desconcentrada recordando la primera vez que habia tenido su rostro de esta forma.
Es increible las miles de sensaciones que corren en el cuerpo. No se trata sólo de decir que es algo "del interior" porque cuando realmente sucede, causa un efecto físico que no tiene comparación.

Ahora en el exterior llueve. Yo vuelvo a imaginarlo y extrañar se vuelve tan dificil.

Lo admito: amo a esta persona como a nadie antes. Lo hago y quiero hacerlo para el resto de los días que me queden con vida. Lo repito: no es sólo un sentimiento, es elegirlo cada día y tomar mi compromiso de vivir para que él sea feliz. Lo aseguro: él, es el único hombre para mi, no existe nadie que pueda superarlo.
Y si hay algo que puedo pedir a Dios, es que me dé la capacidad de demostrarle lo que puedo ser y hacer con este corazón que no es perfecto, pero cada día se esfuerza para darle lo que él merece.

jueves, 11 de septiembre de 2008

tip tap top la la la *

Pensaba en la histeria general de mi día y las ganas de romper algún artefacto que al caer haga mucho ruído.
Pensaba en que me encantaría hacer más ocio diario y no tener que estar siempre preocupada por algo para hacer.

Pensaba en por qué abrí un blog como este, si nunca escribo nada, y en ocasiones cuando quiero hacerlo, creo que no tendrá mayor relevancia... pero hoy por alguna razón estoy apretando estas teclitas que dejan impreso en esta pantalla, algunas frases colgadas que en este momento se esbozan en mi pensamiento y salen así, sin orden ni lugar, sin aviso y sin planificar. Sólo quieren vivir y ser algo en algún lugar. Se cansaron del encierro mental, quieren ver la luz y se aliaron con mis dedos para escapar... mucha resistencia no les pongo, me interesa saber qué es lo que piensan...

Y descubro que mis pensamientos dicen que están contentos de que hoy comimos helado, de que pasamos mucho tiempo con mi canina, y que aunque las responsabilidades asumidas en el día no me han dado buenos frutos, sino dolores de cabeza, no tengo ganas de reemplazar un beso de mi perra por malos momentos...

Creo que mis sentimientos también dicen que tienen ganas de hacer algo distinto. De salir de la rutina y hacer esas cosas alocadas que hace un tiempo atrás hacía sin pensar... o de ver a personas que hace mucho no veo y sólo quedaron encerradas en una cajita de mensajería instantánea.... de pedir perdón a los viejos amigos por tanto tiempo transcurrido o de ir a comprar un pirulín al señor pirulinero que vende pirulines hace ya tiempo.

... ahora es la hora de ir a calentar el agua y que haga ebullición para mi te de jazmín, para que haga combinación con la planta de jazmín y mis recuerdos de aroma de té en el mes de abril.